Durante el tiempo que la gente ha estado creando arte, ha tratado de comprender cómo transmitir mejor la relación entre el tiempo, el espacio y la realidad. Es una tarea gigantesca, para alguien que dejó a un lado los libros de física. Pero de vez en cuando, los artistas toman un poco de ésta y llegan a resultados bastante sorprendentes. Un proyecto reciente del dúo de diseñadores con sede en París, Nonotak, intenta hacer precisamente eso. El estudio, formado por Noemí Schipfer y Takami Nakamoto, por mucho tiempo ha estado haciendo saltar a los espectadores entre dimensiones mediante el uso de luz inteligentemente proyectada.
Al igual que Julio le Parc lo hizo en la década de 1960, la instalación Daydream V. 2 del dúo francés utiliza movimiento e iluminación para embonar con nuestra percepción. En la instalación verás luces pulsantes que transforman de cuadrados a círculos, casi como una galaxia que cambia de forma a la dimensión desconocida.
Para lograr las imágenes holográficas, el dúo proyectó mapas de luz sobre capas de tela de múltiples proyectores. Esto permite que las líneas verticales en 2-D se conviertan en una pared, un círculo en un túnel, y finalmente romper, por un breve momento, el sentido de la realidad del público.
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