Si te interesa hacer muchas cosas pero no cuentas con las herramientas y tampoco el dinero para comprarlas, puedes restaurar unas que se encuentren oxidadas y reutilizarlas. Quizás en tu casa cuentes con dicha herramienta, o de lo contrario, puedes preguntarle a un amigo, familiar o vecino.
Paso 1: Consigue los materiales
-Vinagre de sidra de manzana o vinagre blanco.
– Sal.
– Un recipiente de plástico.
– Un cepillo de dientes viejo.
Paso 2: Sumerge la herramienta en vinagre
Coloque la parte oxidada de la herramienta en el plato y vierta suficiente vinagre para sumergirla.
Paso 3: Aplica sal generosamente sobre toda el área
Paso 4: Deja la herramienta en la mezcla durante 24 horas.

Paso 5: Cepilla
Después de un día, la herramienta debería tener una gran cantidad de escamas de óxido y escombros en la solución. Use el cepillo de dientes viejo y frote los depósitos restantes.

Paso 6: Trabaja la herramienta hasta que vuelva a funcionar
Cepilla la herramienta y vuélvela a sumergir en el vinagre si es necesario y repítelo constantemente. Si eso no funciona, déjala 24 horas más.

Paso 7: Sécala y aplica aceite
Enjuagua la herramienta y luego seca el exceso de agua o vinagre que pueda. Colócala en un lugar cálido para que se seque. Agrégale gotas de aceite para evitar que se vuelva a oxidar.
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