KATSU es un artista, un vándalo, y un astuto hacker también. Después de haber sido considerado como uno de los graffiteros más prolíficos de Nueva York en la década de los 90´s, se ganó la admiración de la comunidad artística (y la condena de las autoridades) cuando fue el pionero en usar como lata de aerosol un extintor de fuego. Lo que le permitió ampliar la escala de su arte en varios órdenes de magnitud.
En su intento por encontrar formas innovadoras para extender el alcance de su arte, él ha desarrollado un sistema para fijar una lata de aerosol a un cuadricóptero, creando así el primer verdadero drone graffitero del mundo. El avión no tripulado es capaz de rociar lienzos o paredes de cientos de metros de altura, dándole acceso al artista a espacios físicos que antes eran inaccesibles. En la feria de arte contemporáneo de Silicon Valley, que inició el 10 de abril KATSU mostrará una serie de lienzos que se crearon con su drone graffitero. El video de abajo, producido con The Hole NYC, muestra el avión no tripulado en acción:
Así como la tecnología de drones autónomos en el ámbito militar pondrá a prueba las estructuras de rendición de cuentas y responsabilidad, el drone graffitero de KATSU, se espera que pronto sea capaz de crear de manera autónoma sus propias obras de arte, desafiando nuestras nociones de autoría, creatividad y poder: entonces, ¿Quién es el artista, el humano o la máquina? Del mismo modo, al igual que el drone ha ampliado el alcance físico y de vigilancia de los militares y de los gobiernos, ¿qué significa esto en manos de los ciudadanos y el artista? En las ciudades donde los artistas constantemente tratan de colocar sus obras de arte en los lugares más inaccesibles, el drone podría convertirse en una poderosa herramienta de arte y vandalismo.
Checa la entrevista que Motherboard le hace a KATSU respecto a su drone.
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