El artista Leonardo Ulian con sede en Londres realizó un trabajo titulado Sacred Place. Inspirado en el simbolismo hindú y budista, Ulian explora la tecnología y el espiritismo con estos mándalas cuidadosamente esculpidos y creados con componentes electrónicos soldados.
El uso reflexivo que Ulian hace del mándala geométrico también puede ser visto como un guiño a su “vida pasada”, pero a través de su aplicación, Ulian divorcia los componentes electrónicos de sus orígenes, dando nueva vida a estos (ahora difuntos) bits tecnológicos, creando un nuevo tipo de hibridación que es en partes iguales, espiritualización y crítica contemporánea: “Vivimos en una sociedad que rinde culto a la tecnología electrónica”, afirma “no sólo por necesidad, sino también porque nos hace sentir mejor, no muy diferente de nuestra propia nueva forma de espiritualidad de moda”.
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